Tecnicolor

un mundo iluminado

De la luz

de-la-luz-02
de-la-luz-01

Durante la Edad Media, la edad más oscura de nuestra era, pequeñas joyas de luz fueron creadas pacientemente sobre pergaminos por hombres que vivían retirados del mundo, guiados por la libertad que les concedían sus imágenes interiores.

El precioso trabajo que estos hombres realizaban se conoció entonces como ILUMINAR.
Aquellos creadores iluminaban manuscritos para goce de hombres y mujeres poderosos que se lo podían permitir, y para mayor gloria de las iglesias y autoridades que los poseían.

Traer la luz, hacer que la luz recaiga sobre las cosas. Para mostrarlas, descubrirlas, revelarlas.
Para que podamos verlas mejor, entenderlas mejor y disfrutarlas más intensamente.

Luz que aviva el entendimiento y el placer, y que hace despertar los sentidos.

Tal y como siguen haciendo hoy, y han hecho desde entonces, aquellos que han elegido seguir el camino desconocido al que les urgía su mano, pertrechada de lápices y acuarelas.

Un lugar donde una sola cosa es segura: cuando ellos lleguen, habra más luz.

Éste es un territorio dedicado a la ilustración y a sus creadores.
Mis ilustradores preferidos y sus obras son las grandes constelaciones de este cielo cambiante.
Las constelaciones menores nos hablan de la ilustración y la lectura como placer, como rastro de luz, como síntesis del universo, como paraíso.

Y posiblemente, en ese firmamento la estrella más brillante sea esa espectacular obra de orfebrería, esa rara avis, a la que se ha dado en llamar álbum (¿infantil?) ilustrado.
El álbum ilustrado es un libro tradicionalmente destinado a los niños, con poco texto y mucha ilustración, donde ambos están unidos carnalmente, de modo que la sensación que el libro nos produce nunca sería la misma si faltaran uno de los dos.
Es una obra de autoría compartida donde el autor propone una historia a la que el ilustrador inviste de existencia sensible.

Esta clase de libro se ha ido convirtiendo en las décadas recientes en uno de los recipientes privilegiados de la ilustración creativa, de ahí que la mayoría de los libros que aparecen aquí pertenezcan a esa evocadora y fascinante familia.

Este territorio no pretende ser exhaustivo ni una guía de la actualidad. Más bien todo lo contrario. Reivindica el placer de volver a movernos en dimensiones asequibles al ser humano, de abandonar las pretensiones de querer abarcarlo todo y de caer gozosamente en brazos de pequeños territorios significativos. Solo tenemos cinco sentidos, cada día tiene 24 horas y docenas de obligaciones, y la vida no dura eternamente.
Está inspirado por mi cada vez más acuciante sensación de que hacen falta herramientas para orientarse en el mundo de locos al que nos ha conducido la proliferación de ediciones guiadas por criterios comerciales.

Aquellos que amamos los libros nos preguntamos: ¿dónde están esos libros verdaderamente valiosos, que pueden proporcionar una genuina experiencia vital? ¿Cómo encontrarlos en medio de tanto caos?

Estas páginas están dedicadas a encender mis personales y modestas luminarias sobre ese oscuro maremágnum. No hay aquí ningún libro que yo no considere valioso. Y hay muchos realmente extraordinarios. Algunos tienen más de 20 años, muchos están descatalogados, y otros no han llegado a ver la luz en España. Todos son, según mi criterio, alimento emocional y espiritual de primera clase.

Un jardín escardado de hierbas, que recoge especies fabulosas, exóticas, delicadas, aromáticas.

Mis flores preferidas.

 

ilustración n.1: Manuel Boix, Yo soy el fuego. 1975.
ilustración n. 2: Antonio Frasconi, Christmas. 1992.

Tecnicolor.es
Este es un sitio sin propósito comercial que tampoco incluye publicidad. Su única finalidad es la difusión cultural. Los derechos de autor de las ilustraciones mostradas y de las citas literarias pertenecen a sus autores y en su caso, a los editores, que son siempre citados a pie de ambas.
© Fernanda Medina. …quieres hablar conmigo?